¿Cómo gastarán los consumidores en los próximos meses? La confianza del consumidor es un barómetro vital para cualquier negocio. El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de mayo de 2025 revela una dicotomía crucial que podría redefinir las estrategias empresariales y de política económica.
El ICC global se sitúa en 38.42 puntos en mayo de 2025, mostrando un leve incremento interanual del 0.79% desde mayo de 2024, y un crecimiento mensual de 0.18 puntos. Este dato se desprende de 8,739 encuestas realizadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) a través de su Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) .
A primera vista, hay una señal prometedora: el Indicador de Situación Futura (ISF), que mide las expectativas a tres meses, alcanzó los 40.63 puntos, superando consistentemente al Indicador de Situación Presente (ISP), de 37.32 puntos. Este patrón histórico sugiere un mayor optimismo de los consumidores sobre lo que vendrá, a pesar de las condiciones actuales.
Aquí radica la complejidad. Mientras la mayoría de los encuestados (67.68%) percibe estabilidad en su situación económica personal , una abrumadora mayoría (50.91%) reporta un deterioro en la situación económica del país . La preocupación se agudiza con la disponibilidad de empleo, donde el 53.63% indica un empeoramiento, aunque las expectativas a futuro son ligeramente menos negativas (37.38%).
Aunque el ICC global es similar entre áreas urbanas (38.48 puntos) y rurales (38.28 puntos), el área rural muestra un pesimismo futuro mayor . Su ISF es considerablemente menor (39.68 vs 41.04 en urbano), lo que implica que las empresas con presencia en zonas rurales deben considerar estas expectativas diferenciadas.
¿Dónde irá el dinero? Los datos son claros: el gasto en alimentos proyecta un aumento significativo . Esto se da a expensas de categorías como entretenimiento, vestimenta y electrodomésticos, que muestran una tendencia a la baja en la prioridad de gasto futuro. El 65.06% de los hogares mantuvo estable su gasto en alimentos en mayo, pero la proyección es al alza.
Este panorama subraya la necesidad de adaptar las estrategias empresariales. Con un consumidor más cauteloso sobre la economía nacional y el empleo, pero optimista sobre su propio futuro y priorizando lo esencial, las empresas deben:
El ISF superando al ISP es una constante histórica, pero la brecha entre la percepción del hogar (estable) y la del país (deterioro) es una señal de alerta para la política pública y las empresas . Monitorizar el ICC es fundamental para anticipar cambios en el consumo y la actividad económica. Los datos de mayo de 2025 nos invitan a un análisis matizado: los consumidores confían en su capacidad individual, pero ven nubes en el horizonte nacional. La clave es entender esta disparidad para una toma de decisiones informada y proactiva.